A pesar de ser un aspecto fundamental para nuestra comunicación, a la audición no le damos la importancia que realmente merece. Sufrir una pérdida auditiva supone la limitación de la comunicación con los seres queridos que nos rodean.
Puede resultar difícil identificar la pérdida auditiva al principio, especialmente si se ha perdido la audición gradualmente en los últimos años. Es posible que su ser querido ni siquiera se dé cuenta de que tiene pérdida auditiva porque se ha acostumbrado a no oír bien. Es importante ayudarlo a reconocer los signos de la pérdida auditiva y animarle a que acuda a un audiólogo.
La presbiacusia
La pérdida auditiva en las personas mayores se produce de forma gradual y se denomina presbiacusia. El sistema auditivo envejece a medida que las personas lo hacen, el sonido empieza a percibirse de una forma diferente, de forma debilitada.
La presbiacusia es progresiva. Como resultado de esta pérdida auditiva, la inteligibilidad del habla comienza a verse obstaculizada, especialmente cuando se ve afectada por un entorno auditivo ruidoso.
Aunque en muchos casos la pérdida auditiva se da en personas más mayores, cualquier persona puede tener pérdida auditiva, incluso los niños. En ocasiones, la pérdida de audición puede ser el resultado de un problema de salud subyacente.
Síntomas de la pérdida auditiva en un ser querido
Los signos de pérdida auditiva pueden variar según su tipo y grado. Sin embargo, existen algunos signos comunes que pueden mostrar que un ser querido puede tener problemas de audición.
- A menudo piden a los demás que repitan lo que han dicho. Uno de los signos más obvios de la pérdida auditiva es pedir que se repita lo que ha dicho varias veces ya que no escuchan con claridad.
- Respuesta incorrecta a preguntas. A veces, puede dar respuestas erróneas a las preguntas que realizamos porque no ha entendido lo que se le ha preguntado. Puede sentirse confundido al responder a una pregunta de forma diferente.
- Murmullos. Una persona con pérdida auditiva puede culpar a otros porque no hablan lo suficientemente alto o porque creen que están murmurando. Suele ser un mecanismo de defensa o una forma de negación. Para las personas con discapacidad auditiva, la voz puede parecer baja, por lo que las personas a su alrededor parecerán que están murmurando para sí mismas.
- Volumen más alto. Si el volumen del televisor está más alto de lo normal o te resulta incómodo, esto generalmente indica que puede tener algún problema de audición.
- No oyen el timbre o el teléfono. Es posible que, por el tono de los timbres y de los teléfonos, una persona con déficit auditivo no los oigan. Si descubre que su ser querido no coge el teléfono o no puede escuchar el timbre, es posible que tenga problemas de audición.
- Se apoyan en la visión. Desde audifono.es aseguran que las consultas por no entender las conversaciones se han disparado a raíz de la obligatoriedad de utilizar mascarillas en España. Muchas personas con pérdida auditiva se apoyaban en la lectura de labios para comprender conversaciones. Al igual que ocurre con las mascarillas, si no le miramos de frente a la hora de hablar y no comprende lo que se le dice puede que esté sufriendo una pérdida de audición.
¿Cómo podemos ayudar?
Si detecta alguno de estos signos en un ser querido, lo más probable es que tenga algún tipo de problema auditivo. Lo más importante, es entender la situación, no criticarlo y apoyarlo durante todo el proceso.
Siéntese y hable con él, muestre que se preocupa por ellos y que ha notado alguno de estos síntomas. Puede animarle para que acuda a un centro auditivo a realizar unas pruebas auditivas para comprobar su audición. Esté dispuesto a acudir a la cita con él, incluso realizarse un estudio auditivo puede ayudar a que se sienta menos incómodo.
¿Qué ocurre si no actuamos cuanto antes?
Los estudios han demostrado que las personas con pérdida auditiva se sienten deprimidas e infelices. Además, la comprensión del habla, su autoestima y su concentración se ven seriamente afectadas cuando se decide aplazar el uso de audífonos.
Entre los efectos físicos nos encontramos con estrés, fatiga o dolores de cabeza.
Todos los tipos de pérdida auditiva limitan la interacción con todas las personas que nos rodean. Las personas con una pérdida inicial pueden sentirse incómodas en ambientes con ruido, ponen la televisión muy alta o no son capaces de seguir una conversación en grupo.
Es importante que su ser querido mantenga una cita con un audiólogo. Encuentre a los expertos en audición cerca de su ubicación que pueden ayudar a sus seres queridos a escuchar mejor y mantener su calidad de vida.
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