¿Qué aportan los bailarines «maduros»? Quizá no debamos hablar de danza y edad, sino de danza y experiencia, y de la duración en una profesión muy exigente con las condiciones físicas, que cuestiona al profesional su voluntad de cumplir años encima del escenario. Una resilencia que, en cierto modo, aporta una ventaja extra, una inteligencia escénica, para aprender a dosificar fuerzas, y riesgos, para ir más allá de los límites convencionales que se suponían infranqueables.
Vamos a revisar algunas experiencias de la danza, desde la práctica profesional, a la amateur o la formación, que cuestionan las barreras preconcebidas para los mayores en la era de la nueva longevidad.
Kazuo Ohno (1906-2010)
Ohno es una celebridad japonesa de danza Butoh, que continuó bailando hasta después de cumplidos los 100 años. Falleció a los 103 años. En las últimas piezas que interpretó en público bailaba sentado en una silla. ¿Bailar sentado? En algunas de sus últimas actuaciones, apenas movía las manos y las rodillas, ¿Era realmente Butoh? Espectadores de todo el mundo acudían a ver la re-interpretación que hacía el bailarín de sus piezas a medida que cumplía años.
Nederlands Dans Theater 3
Creada por el coreógrafo Jiří Kylián en 1991 como complemento de la formación principal de la compañía de danza contemporánea Nederlands Dans Theater (NDT), y del NDT2 centrado en la juventud, el Nederlands Dans Theater 3 se dedicó a explorar la danza con bailarines veteranos, en este caso mayores de 42 años. Entre los fundadores del proyecto se encontraban figuras tan reconocidas como Sabine Kupferberg, Gérard Lemaître, Martine Van Hamel o Gary Chryst. A lo largo de la experiencia Kylián invitó a diferentes coreógrafos a crear piezas adaptadas a las características de los bailarines «mayores». La mayoría de las pieza alidían a la edad o el paso del tiempo. En la presentación del proyecto Jiří Kylián declaró que el objetivo era «aprovechar la calidad específica y la comprensión del intérprete en este mismo momento de su vida, ni antes ni después. La experiencia pule y profundiza las habilidades para la interpretación«. La compañía se disolvió en 2006. La pieza «Evergreens» se estrenó en EE.UU.
Birgit Cullberg (1908-1999)
La fundadora del Ballet Cullberg, una referencia internacional de la danza sueca, dejó de bailar en su juventud pero, tras alcanzar fama internacional como coreógrafa, volvió a los escenarios a una edad avanzada. Tenía 70 años cuando interpretó el papel de la Madre África en la pieza «Soweto» de su hijo el coreógrafo Mats Ek. Y tenía 83 años cuando bailó en «Old and Door«, una pieza poética sobre los sueños y recuerdos de una anciana. La pieza fue producida para la Televisión Sueca en 1991 pero no fue transmitida entonces, ya que mostraba de forma demasiado obvia la sexualidad en los pensamientos de una anciana.
Cesc Gelabert (1953)
A sus 65 años el veterano coreógrafo catalán estreno en Nueva York ‘Framing time‘, una pieza inspirada en música de Morton Feldman. Cesc Gelabert, que nunca se cansa de ponerse a prueba, celebró la llegada a los 65 con un espectáculo muy personal y complejo, un solo de aproximadamente 50 minutos. Para Gelabert ‘Framing time‘ es un compendio de su trabajo. «En él hay movimientos que he hecho toda mi vida«. Aunque reconoce que el cuerpo ya no es el mismo «el cuerpo está al límite» cuando baila siente una paz interior que le hace olvidar todo lo demás. «Bailar es muy satisfactorio. Siento que aprovecho la experiencia y tengo una claridad interior muy útiles a la hora de comunicar con el público. Hay menos interferencias«. Porque, como él dice: “La danza es esencialmente una consciencia, es entrenarse para habitar el cuerpo con el corazón y la mente«. Recientemente ha publicado «Lo que me gustaría que la danza fuese» un libro que ayuda a entender cómo y por que movernos.
Nicole Berndt-Caccivio (1966)
Nicole Berndt-Caccivio es una coreógrafa y profesora de origen suizo que dirige la AGE COMPANY, una formación de danza contemporánea austriaca fundada en 2010. Sus bailarines tienen más de 60 años, con antecedentes profesionales diversos. Algunos incluso sin experiencia previa como bailarines. Esta compañía produce espectáculos de danza contemporánea que desafían los límites de la edad. Sus producciones giran internacionalmente. Actualmente están preparando el espectáculo intergeneracional Wirsehenrot con los estudiantes de la universidad MUK. El nuevo espectáculo quiere hacer una reflexión sobre los modelos de envejecimiento, entre lo que «se debe ser en la vejez» y una alternativa hedonista de «eterna juventud».
Cisnes Plateados (Silver Swans)
Cisnes Plateados es un programa de danza internacional para seniors desarrollado por la Royal Academy of Dance, del Reino Unido. Su objetivo es que los estudiantes mayores también puedan participar en clases de danza adaptadas a la edad. Tanto da que se trate de un bailarín experimentado, que haya tenido un escaso contacto con la danza o si es un completo novato. Este programa da la bienvenida a todos los estudiantes mayores de 55 años.
Las clases de danza están especialmente diseñadas para estudiantes mayores, con el objetivo de ayudar a mejorar movilidad, postura, coordinación y niveles de energía corporal.
La Royal Academy of Dance está formando profesores para que el proyecto se pueda extender por todo el mundo. Actualmente se ha implantado además de en Reino Unido, en Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos, Irlanda, Hong Kong o Mexico, entre otros países.
Como ves la edad desafía la danza tanto como la danza se adapta a la edad. Iremos viendo que nos depara el futuro y como aparecen nuevas expresiones que interrelacionan ámbitos que parecían cotos cerrados para los mayores.
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