¿Eres de los que disfrutas con las frutas, verduras y hortalizas? Lo tuyo es un huerto urbano. ¿Por qué no te animas a cultivar el tuyo? Disfrutarás del proceso de verlo crecer gracias a tus cuidados, para después poder disfrutar de tus cultivos en casa.

¿Qué es un huerto urbano?
En la actualidad los huertos urbanos son espacios al aire libre o de interior destinados al cultivo de verduras, hortalizas, frutas, legumbres, plantas aromáticas o hierbas medicinales, entre otras variedades, a escala doméstica. Esta práctica se da en el centro o en la periferia de las ciudades.
Con la Revolución Industrial surgieron los primeros huertos urbanos, pero cuando se popularizaron fue varias décadas más tarde, durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, en las ciudades británicas y norteamericanas se promovieron entre sus habitantes con fines propagandísticos y para garantizar el suministro de alimentos a la población sin depender de las importaciones. Estos cultivos —conocidos como Jardines de la victoria— llegaron a cubrir casi el 40% del consumo de verduras en Estados Unidos.
06 May 1943, New York, New York, USA — Children of the New York City Children’s Aid Society work on their victory gardens at the West Side Center. — Image by © Bettmann/CORBIS
¿Cuáles son los beneficios de un huerto urbano?
Un huerto urbano es un espacio de parque, solar, terraza o azotea dedicado al cultivo de una huerta para autoconsumo, lo deseable es hacerlo de manera orgánica y ecológica y producir alimentos más sanos, es decir, sin llevar a cabo prácticas como las de la industria convencional, como por ejemplo el empleo de sustancias químicas o de fertilizantes.
Al construir un huerto urbano el efecto positivo que generamos es mucho más amplio. Veamos algunas de sus ventajas:
- Impulsa el autoconsumo: Los huertos urbanos no solo son una moda. Siendo un proyecto a largo plazo, pueden convertirse en una opción para el autoconsumo de alimentos. Además de la satisfacción personal que nos puede producir, contribuimos a disminuir la oferta de alimentos de consumo masivo y el despilfarro alimenticio.
- Potencia la relación con el entorno natural y sus ciclos: A través de un huerto urbano, conocemos de cerca los ciclos naturales de la tierra y las condiciones propias de nuestro entorno. Esto potencia en nosotros el respeto hacia el medioambiente y la necesidad de conservar los recursos naturales como el agua, que usamos día a día.
- Contribuye a las sostenibilidad: Al ser nosotros mismos los que gestionamos y mantenemos el huerto, podemos multiplicar las prácticas sostenibles que algunas empresas u organizaciones ya ponen en marcha para conservar el medioambiente y el equilibrio planetario.
Pasos para construir un huerto urbano en casa
Un huerto urbano se puede construir de distintas maneras. El más habitual es el que adaptamos en nuestro propio jardín. Sin embargo, cuando no disponemos de este espacio, también podemos recurrir al huerto construido en macetas de madera o incluso en botellas de plástico u otros materiales reciclados.
La agencia para los refugiados ACNUR nos ofrece una guía muy práctica de los pasos que debes seguir para construir tu huerto urbano:
Elige un rincón de la vivienda que reciba luz natural y directa la mayor parte del día. Si no dispones de un lugar así todo el año, adapta tu cultivo a las horas de sol y aprovecha las estaciones más luminosas.
Escoge recipientes que te permitan introducir el mayor volumen de sustrato posible. Además de las clásicas macetas, tienes otros muy interesantes como las mesas de cultivo, las jardineras de madera, los jardines verticales o las macetas textiles que resultan muy ligeras.
Emplea sustratos orgánicos que sean ligeros, porosos y retengan los nutrientes fundamentales. Una opción ideal es la mezcla de vermicompost (60%) con fibra de coco (40%).
Si eres principiante es mejor que comiences con el cultivo de plantones. Deja las semillas —ecológicas si es posible— para cuando tengas más experiencia.
Adapta la forma de regar al tamaño de tu huerto. A mano si es pequeño o por goteo con programador si es más grande.
Las semillas normales se entierran a una profundidad de 2 o 3 veces su diámetro. Por su parte, las más pequeñas se mezclan con arena fina.
El trasplante se realiza cuando la nueva planta supera la altura del recipiente y le han brotado ya varias hojas verdaderas.

Los huertos urbanos en las nuevas ciudades sostenibles
Los huertos urbanos vinculados a la defensa de la sostenibilidad surgieron en los años 60 vinculados a los movimientos ecologistas que reivindicaban un mundo más natural, justo y solidario. Grupos de activistas del ecologismo como las Green Guerrillas estadounidenses fueron pioneros en transformar la agricultura doméstica en una vía para la autogestión, la inclusión social y la vida comunitaria.
Desde entonces, los huertos urbanos son mucho más que cultivos de ciudad. Estas parcelas se han convertido en lugares para el ocio, la desconexión, la educación medioambiental y el desarrollo de terapias en entornos naturales. Hoy es habitual que muchos ciudadanos participen activamente en huertos urbanos privados o comunitarios, e incluso que los ayuntamientos los contemplen dentro de sus planes urbanísticos sostenibles.
Huertos urbanos promovidos desde las administraciones
En nuestro país, el crecimiento de este fenómeno es exponencial. Así lo demuestran los datos presentes en un estudio dirigido por Gregorio Ballesteros, del Grupo de Estudios y Alternativas de la Universidad Politécnica de Madrid.
En el año 2000 se paso de 9 zonas de huertos a 508 en 2015. En la actualidad España supera los 20.000. El estudio recoge también los siguientes datos sobre este tipo de cultivos en nuestro país:
- Se reparten entre más de 300 municipios, con una extensión total de más de dos millones de metros cuadrados.
- El tamaño medio de la parcela o huerto es de 75 m², aunque también varía significativamente de una zona a otra. Va desde los 20 hasta los 450 m².
- El precio de alquiler de los huertos públicos en España oscila entre los 0 y los 30 €/mes y la mayoría está en torno a los 5 €/mes. Se suele exigir una fianza que puede estar entre los 50 y los 100 €.
Además, los equipamientos o dotaciones de las zonas de huertos varían sensiblemente e incluyen casetas individuales, aparcamientos, zonas de compostaje, tiendas de productos para la huerta, aseos, vestuarios y balsas para riego o casetas de herramientas.
Normativas
La mayoría de los municipios ha desarrollado ordenanzas reguladoras o normativas de funcionamiento de estos espacios.
Las ordenanzas establecen quiénes pueden ser beneficiarios de la concesión de un huerto, los procedimientos y criterios de adjudicación, los derechos y deberes de los usuarios, así como un régimen sancionador por el incumplimiento de los mismos. En general, marcan como obligatoria la agricultura ecológica.
Desde la escala europea hay diversos programas que trabajan impulsando ecosistemas asociados a los huertos urbanos y promoviendo políticas locales que ayuden a impulsar nuevos modelos de negocio que faciliten las condiciones para los productores locales y cambios en los estilos de vida urbanos. Todo ello para aumentar la sostenibilidad de las ciudades y las regiones.
Un buen punto de partida para impulsar la diseminación de los huertos urbanos y recuperar un paisaje verde también en nuestras ciudades.
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