LA EDAD DE BIDEN

Joe Biden tendrá 78 años cuando sea nombrado presidente de EEUU en enero de 2021, y será el presidente con más edad a la hora de tomar el puesto (si no hay sorpresas). Apeará del récord a Trump, que llegó a la presidencia con 70 años. A lo largo de la campaña hemos visto el uso de la edad como un motivo para cuestionar su candidatura. Pero ¿es la edad de Biden un problema que debiera tenerse en cuenta a la hora de convertirse en presidente?

Sin perder de vista que la “joven” Kamala Harris será vicepresidenta con apenas” 55 años. En el fondo, seguimos sin interiorizar que supone la nueva longevidad, cómo va a transformar nuestras vidas, e incluso, la política.

De qué hablamos cuando hablamos de salud

Sucedió en Agosto. A principios del mes el influyente Breitbart News, un medio de la derecha americana, dio a conocer un vídeo que alertaba de un “deterioro cognitivo” del candidato demócrata. En sus imágenes aparece Joe Biden titubeando, o con lapsus en los que confunde a su mujer con su hermana, ante la sorpresa de sus interlocutores. Este vídeo inmediatamente fue incorporado a la campaña de Trump.

Pero también hubo respuesta desde la campaña de Biden, con un vídeo de 2014 muestra su responsabilidad para mantenerse en forma, corriendo por la Casa Blanca junto al Presidente Obama, en apoyo a la iniciativa Let’s Move contra la obesidad infantil de Michel Obama. Y poniendo en duda el estado físico de Trump.

Ambos contrincantes han sido cuestionados por su salud, y muy especialmente por su salud mental. Es un arma arrojadiza típica de las campañas americanas. Se quiere poner en duda la idoneidad del candidato, teniendo en cuenta que este de cara a la toma deberá hacer frente a decisiones en situaciones de tensión o con agendas extenuantes. Este argumento también se utilizó en el partido demócrata para apartar al senador Bernie Sanders, de 78 años, en cuando sufrió un ataque al corazón que acabó con sus opciones.

Así que como consecuencia hemos visto a un Joe Biden que se ha prodigado en evidenciar su buen estado físico aprovechando cualquier aparición pública. Despejando dudas y tratando de aparecer “más joven”.

Idolatrar la juventud

La política moderna ha hecho un fetiche de la juventud. Una obsesión que se remonta a los albores de la era de la televisión y al presidente que la representó como nadie J. F. Kennedy. Convertido en presidente a los 43 años prometió restaurar el «vigor» juvenil de América.

Kennedy sigue siendo una referencia de la política o, mejor dicho, del marketing político. No son poco los políticos que tratan de emular su imagen desde entonces. Bill Clinton y Barack Obama llegaron a la presidencia con 47 años, y esta referencia se ha prodigado en todo el mundo. En el caso español encontramos a un joven Felipe González que comenzó a gobernar con 40 años, o el caso de Rajoy, el más veterano hasta la fecha, que lo hizo con 49 años.

¿Cuál es la edad perfecta para un líder político, 40, 50 años? Entonces, ¿cuándo se agota esa perfección? ¿A los 60, 65, 70? Es asombroso lo rápido que creemos que una persona pasa de la edad de máximo rendimiento a la de total inutilidad, o peor, a la de peligro.

La edad media del congreso de los diputados español es 47 (en 2012 era de 50 años). En Bruselas la edad media de los diputados se sitúa actualmente en los 49,5 años, en comparación con los 53 de hace cinco años. La eurodiputada más joven tiene 21 años, mientras que el miembro de más edad, 82.

En cambio, en el congreso español el diputado mayor alcanzó su escaño con 73 años. ¿Te acuerdas de Agustín Javier Zamarrón, el médico burgalés que tuvo a bien pedir perdón por la incapacidad del congreso para designar Presidente de Gobierno?

Reconocer errores quizá sea un atributo de la edad. Durante el segundo y último debate, Biden confesó en dos ocasiones que había cometido grandes errores en administración (en temas de inmigración y criminalidad). Esta actitud le granjeó gran simpatía por parte de sus electores, y mostró una cualidad diferente a la de su oponente.

La ambición de Joe Biden es una inspiración

Son varios los comentaristas políticos que afirman que “la edad ha templado a Biden” y consideran su presidencia una segunda oportunidad para el candidato demócrata y una segunda oportunidad para el país. El éxito de Joe Biden transmite que ahora las segundas oportunidades en la vida son posibles, para todos, sea cual sea tu edad. Se puede empezar a cualquier edad.

Seguramente sus huesos sean un poco más frágiles, pero el conocimiento de su propio país. de la administración americana, o su experiencia internacional rivalizan con pocos.

Seguimos teniendo el desafío de aprender aprovechar el talento de las personas a lo largo de su vida. Un desafío creciente a medida que nuestras sociedades son más longevas.

Bonus Track: personas mayores que acceden al gobierno

¿Hay una edad para hacer política? Quizá haya muchas.

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