El respeto al medio ambiente y la sostenibilidad son valores en alza los últimos años dentro de la lucha contra el cambio climático, productos como la Luffa orgánica están creciendo en popularidad por sus propiedades orgánicas, naturales y biodegradables

Pero ¿Qué es la luffa?
La Luffa es una planta de la familia de las cucurbitáceas y déjame decirte que esta familia tiene más de 700 especies. Puede sonarte popular que entre ellas se encuentra la sandía, el calabacín, el pepino, el melón y el chayote, entre otras. Son trepadoras y muy fáciles de cultivar.
Esta en particular es también llamada Calabaza Luffa. Su fruto es alargado y comestible y se consume en infinidad de apetitosas recetas.
LUFFA, la planta que nos regala limpieza, exfoliación y suavidad
A medida que la planta va creciendo, de sus flores amarillas saldrán los frutos que debemos dejar crecer lo suficiente para que alcancen su adultez. Una vez retirados, se dejan secar hasta escuchar el sonido de las semillas dentro de ella. Posteriormente se pelan y de su contenido fibroso, obtenemos las esponjas.
La procedencia de la Luffa
Es una planta originaria de Asia y fue descubierta en Egipto en el siglo XVIII. Es una planta que florece anualmente y por su condición tropical, necesita humedad y altas temperaturas. Se recomienda su siembra en primavera para que así, cumpliendo el ciclo, se puedan dar correctamente sin complicaciones.
Como se trata de una trepadora, es necesario sustentarla en varillas o puntales para que pueda expandirse con comodidad y dar buenos frutos. Algo que debemos tomar en cuenta es que necesitan un buen espacio de terreno para desarrollarse, ya que son de gran tamaño.

Una esponja con muchas propiedades
- Una de las principales cualidades de las esponjas de Luffa es que son completamente artesanales y biodegradables compostables por ser de origen vegetal. Una razón de peso para elegirlas en nuestra higiene diaria.
- Es perfecta para las limpiezas faciales para cutis sensibles, controlando la aparición de células muertas y puntos de acné.
- Exfoliante natural. Sus fibras vegetales limpian vigorosamente la piel con el roce y estimulan la circulación sin dejar residuos.
- Como masajeador, previniendo la aparición de celulitis, a la vez de actuar como un singular relajante muscular por su agradable textura al humedecerse.
¿Cómo la usamos?
Humedece siempre la esponja antes de usar. Si deseas combinarla puedes colocar jabón sólido o líquido en su interior para un efecto más suave sobre la dermis.
Fricciona de forma vigorosa la esponja sobre la superficie con movimientos circulares y repite las veces que consideres necesarias hasta sentir la frescura y la suavidad.
Duración y precauciones de uso de las esponjas de Luffa
Si piensas que son de corta duración, te equivocas. Las esponjas de Luffa duran mucho más que aquellas fabricadas con elementos sintéticos y es precisamente por eso que hay que tener ciertas precauciones para que siendo tan inofensivas, no se conviertan en un foco de gérmenes.
Debido a sus característicos agujeros, la humedad encuentra condiciones favorables para mantenerse en ella. Un estudio publicado en Journal of Clinical Microbiology, previene sobre los cuidados que deben tenerse en cuenta en el empleo de las esponjas de Luffa. Las células muertas pueden alojarse entre las grietas de la esponja, por lo que debemos mantenerlas limpias para su uso posteriores y así evitar que se reproduzcan colonias bacterianas.
Entre las recomendaciones está reemplazarla con frecuencia cada dos o tres semanas o antes, si notas que ha cambiado su olor o color. Otro consejo importante es el de no compartirlas. Las esponjas deben ser de uso individual.
Cuídalas para que duren
Nunca la dejes en la ducha. La humedad es el lugar perfecto para el cultivo de bacterias que pueden dar lugar a infecciones muy incómodas como la celulitis, ciertos tipos de estafilococos y hasta forúnculos. Procura colgarla en un lugar aireado donde pueda secarse.
Cada cierto tiempo puedes sumergirla en una solución de agua y lejía durante unos minutos. Asegúrate de enjuagar muy bien. Coloca la esponja donde haya ventilación.
Nunca uses tu esponja de Luffa sobre heridas abiertas o recién depilado. Cualquier irritación es una puerta para capturar infecciones.
¿Dónde comprarla?
Existen muchas tiendas donde puedes adquirir una buena esponja de Luffa. Por lo general, son tiendas naturistas, o aquellas que tienen artículos biodegradables y algunos comercios farmacéuticos.
Como recomendación, puedo sugerirte que des un vistazo a estas tiendas on line con excelente calidad en sus productos, comprometidas con la ecología y servicio eficiente de entrega a domicilio.
Si por el contrario, te atreves a cultivarla, estos consejos podrían ayudarte:
- Remoja las semillas con antelación en un algodón humedecido. Esto provocará que se ablande la cubierta y puedan germinar con facilidad. Luego siembra las semillas bajo agujeros en la tierra, tapando cuidadosamente. Riega con regularidad.
- Germinan en un período de 6 a 8 semanas y es recomendable sembrar en primavera para cosechar al otoño siguiente.
- Puedes sembrarla en una maceta casera, pero ten en cuenta que al ser una planta trepadora, va a crecer y enrollarse, por lo que debes procurar soportes adecuados y ubicarla donde le llegue la luz del sol.
- Si bien es mayormente conocida por servir como esponja corporal, esta planta también se utiliza medicinalmente para prevención de parásitos, hemorroides, alivio de conjuntivitis y su savia es conocida como ingrediente para la elaboración de cremas de tocador.
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